“Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree;…”
(Romanos 1:16 LBLA)
El Evangelio es la mejor noticia que un ser humano puede recibir. Pero esta buena noticia solo tiene sentido cuando entendemos primero nuestra verdadera condición delante de Dios. No se trata de cambiar de religión, sino de conocer a Dios, entender su justicia, su amor, y la obra que hizo por nosotros en Jesucristo.
Vivimos en un mundo lleno de ideas religiosas, filosofías y creencias. Pero la verdad no es relativa. Según la Biblia, solo hay un camino hacia Dios, y ese camino es Jesucristo.
Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
(Juan 14:6, LBLA)Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,
(1 Timoteo 2:5, LBLA)
Dios no ha dejado la salvación a interpretación personal. La verdad fue revelada en Jesucristo. Cualquier otro camino, aunque parezca bueno, no conduce a la vida eterna.
Dios es el Creador del universo y del ser humano. Nos creó a su imagen, con dignidad, propósito y capacidad de relacionarnos con Él. No fuimos producto del azar. Dios nos creó para vivir en comunión con Él.
Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
(Génesis 1:27, LBLA)Desde lejos el SEÑOR se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.
(Jeremías 31:3, LBLA)
Esa relación con Dios fue quebrada por el pecado. Adán, el primer hombre, desobedeció a Dios, y por medio de él, el pecado y la muerte entraron en el mundo. Desde entonces, todos nacemos con una naturaleza pecadora.
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,
(Romanos 3:23, LBLA)Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron;
(Romanos 5:12, LBLA)
Jesús no vino solo a sanar o enseñar, sino también a mostrar la verdadera profundidad del pecado. Él enseñó que no basta con «no matar» o «no robar»; el pecado nace en el corazón. Todos hemos fallado.
27 Habéis oído que se dijo: «NO COMETERÁS ADULTERIO». 28 Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.
(Mateo 5:27-28 LBLA)
Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: «Raca» a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: «Idiota», será reo del infierno de fuego.
(Mateo 5:22, LBLA)Antes bien, sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal.
(Mateo 5:37, LBLA)
Desde el principio, Dios prometió enviar un Salvador. A lo largo del Antiguo Testamento hay profecías claras sobre el Mesías: su nacimiento, vida, muerte y resurrección.
Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
(Génesis 3:15, LBLA)Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
(Isaías 7:14, LBLA)Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados.
(Isaías 53:5, LBLA)Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.
(Miqueas 5:2, LBLA)
Jesucristo no fue un simple maestro o profeta. Fue y es el Hijo eterno de Dios, hecho hombre. Vivió una vida perfecta, sin pecado, cumpliendo toda la ley que nosotros no pudimos cumplir.
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
(Juan 1:14, LBLA)15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.
(Colosenses 1:15-16, LBLA)No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.
(Mateo 5:17, LBLA)
Dios no ignora el pecado: lo pagó con sangre. Jesús murió en la cruz no por sus pecados, sino por los nuestros. En ese sacrificio, Dios mostró su justicia (el pecado fue castigado) y su amor (Jesús tomó nuestro lugar).
…Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
(1 Corintios 15:3, LBLA)Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
(2 Corintios 5:21, LBLA)Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
(Romanos 5:8, LBLA)
Jesús resucitó al tercer día, venciendo la muerte. Su resurrección confirma que Él es quien dijo ser, y que su sacrificio fue aceptado por Dios.
No está aquí, porque ha resucitado, tal como dijo…
(Mateo 28:6, LBLA)el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación.
(Romanos 4:25, LBLA)
Jesús habló constantemente del Reino. No se trata de un lugar físico, sino del gobierno de Dios en los corazones de los que creen. Es un Reino eterno, que ya ha comenzado espiritualmente y que será plenamente manifestado cuando Jesús vuelva.
Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
(Mateo 4:17, LBLA)Pero buscad primero su reino y su justicia,…
(Mateo 6:33, LBLA)Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
(Mateo 8:11, LBLA)
Jesús prometió que volverá, esta vez como Rey y Juez. Vendrá a establecer su Reino en plenitud, a resucitar a los muertos y a juzgar a toda la humanidad.
Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y ENTONCES RECOMPENSARA A CADA UNO SEGÚN SU CONDUCTA.
(Mateo 16:27, LBLA)11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras.
(Apocalipsis 20:11-12, LBLA)
El infierno es una realidad que Jesús mismo enseñó. No es símbolo ni metáfora. Es el castigo eterno para aquellos que mueren sin haber sido perdonados.
Y estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.
(Mateo 25:46, LBLA)Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
(Apocalipsis 20:15, LBLA)donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.
(Marcos 9:48, LBLA)
Pero Dios no quiere que nadie vaya allí. Por eso envió a su Hijo.
El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
(2 Pedro 3:9, LBLA)
La salvación no se obtiene por obras, sino por arrepentimiento y fe en Jesús. Dios llama a todos a volverse a Él y creer en su Hijo.
y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.
(Marcos 1:15, LBLA)…Cree en el Señor Jesús, y serás salvo…
(Hechos 16:31, LBLA)
Dios no solo perdona, también transforma. El que cree en Jesús es hecho una nueva criatura, y comienza una vida de comunión con Dios.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
(2 Corintios 5:17, LBLA)Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre,
(Juan 1:12, LBLA)
La Biblia no es una invención humana. Es la revelación de Dios para el ser humano. A través de ella conocemos la verdad, el pecado, la salvación, el juicio y el amor de Dios.
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,
(2 Timoteo 3:16, LBLA)
Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.
(Salmo 119:105, LBLA)
Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
(Isaías 40:8, LBLA)
Conocer este mensaje es solo el comienzo. Jesús no vino solo a salvarnos, sino también a revelarnos quién es Dios, cómo piensa, y cómo quiere que vivamos. Esa revelación está contenida en la Biblia: la Palabra viva de Dios.
Sin embargo, muchos se sienten perdidos al leerla. ¿Por dónde empezar? ¿Qué quiso decir este versículo? ¿Cómo se conecta con el resto de la Escritura?
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Jesús no es un concepto ni una historia antigua. Él es real. Está vivo. Y hoy te llama a creer, a arrepentirte y a seguirle. Que su Palabra sea tu guía, y su Evangelio tu esperanza.
Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
(Juan 5:39, LBLA)
La Biblia de las Américas
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